Cómo contrarrestar la influencia tóxica de la machoesfera
Source: ONU Mujeres
Todas las personas salimos perdiendo en un mundo con desigualdad de género, incluso en el mundo digital. Pero en la machoesfera, las personas influyentes están difundiendo y aprovechando los beneficios de contenidos controvertidos que alimentan la misoginia, promueven definiciones dañinas de masculinidad y normalizan la violencia contra las mujeres y niñas.
Lee la primera parte de este artículo explicativo, ¿Qué es la machoesfera y por qué debe importarnos? para entender por qué la machoesfera no es un mero parloteo en línea, sino una amenaza concreta. Su contenido y las personas influyentes que lo promueven están asociados a lo siguiente:
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Problemas de salud mental en niños y hombres: las definiciones fantasiosas de la hombría que se proponen en la machoesfera promueven la ansiedad, las autolesiones y los comportamientos riesgosos en los jóvenes, quienes se sienten presionados para mostrarse más “varoniles”. Por ejemplo, las comunidades de looksmaxxing (o maximización de la apariencia física para hacerla lo más atractiva posible) someten las fotografías de los hombres a comentarios crueles.
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Actitudes y normas sociales dañinas en torno al género: la machoesfera amplifica los estereotipos sexistas y las normas sociales dañinas, con limitados mecanismos de rendición de cuentas, dado el anonimato en el que se escudan sus autores.
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Comportamiento social y con fines de seducción peligrosos: la machoesfera enseña a los jóvenes a manipular a las mujeres para que tengan sexo con ellos. Incluso se está normalizando el discurso de odio por razones de género, al abrirse paso en los patios escolares y los lugares de trabajo.
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Menos seguridad para las mujeres y niñas en espacios digitales: las actitudes y los comportamientos que se promueven en la machoesfera están incrementando la hostilidad en los espacios en línea. Por ejemplo, el GamerGate fue una campaña de acoso en la que hombres supremacistas de grupos de derecha alternativa atacaron a jugadoras mujeres.
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Violencia contra las mujeres y niñas: en todo el mundo, hay un gran número de ejemplos de hombres que cometen ataques violentos, asesinatos o suicidio influenciados por contenido en línea. La machoesfera se dirige en una proporción desmedida contra las mujeres y niñas, las comunidades marginadas y las mujeres en la esfera pública, como activistas, periodistas y líderes políticas.
Afortunadamente, hay medidas concretas que las personas, las empresas de tecnología más influyentes y quienes se ocupan de formular políticas podemos tomar para detener el avance de la machoesfera.
Artículo completo publicado aquí.
Todas las personas salimos perdiendo en un mundo con desigualdad de género, incluso en el mundo digital. Pero en la machoesfera, las personas influyentes están difundiendo y aprovechando los beneficios de contenidos controvertidos que alimentan la misoginia, promueven definiciones dañinas de masculinidad y normalizan la violencia contra las mujeres y niñas.
Lee la primera parte de este artículo explicativo, ¿Qué es la machoesfera y por qué debe importarnos? para entender por qué la machoesfera no es un mero parloteo en línea, sino una amenaza concreta. Su contenido y las personas influyentes que lo promueven están asociados a lo siguiente:
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Problemas de salud mental en niños y hombres: las definiciones fantasiosas de la hombría que se proponen en la machoesfera promueven la ansiedad, las autolesiones y los comportamientos riesgosos en los jóvenes, quienes se sienten presionados para mostrarse más “varoniles”. Por ejemplo, las comunidades de looksmaxxing (o maximización de la apariencia física para hacerla lo más atractiva posible) someten las fotografías de los hombres a comentarios crueles.
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Actitudes y normas sociales dañinas en torno al género: la machoesfera amplifica los estereotipos sexistas y las normas sociales dañinas, con limitados mecanismos de rendición de cuentas, dado el anonimato en el que se escudan sus autores.
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Comportamiento social y con fines de seducción peligrosos: la machoesfera enseña a los jóvenes a manipular a las mujeres para que tengan sexo con ellos. Incluso se está normalizando el discurso de odio por razones de género, al abrirse paso en los patios escolares y los lugares de trabajo.
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Menos seguridad para las mujeres y niñas en espacios digitales: las actitudes y los comportamientos que se promueven en la machoesfera están incrementando la hostilidad en los espacios en línea. Por ejemplo, el GamerGate fue una campaña de acoso en la que hombres supremacistas de grupos de derecha alternativa atacaron a jugadoras mujeres.
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Violencia contra las mujeres y niñas: en todo el mundo, hay un gran número de ejemplos de hombres que cometen ataques violentos, asesinatos o suicidio influenciados por contenido en línea. La machoesfera se dirige en una proporción desmedida contra las mujeres y niñas, las comunidades marginadas y las mujeres en la esfera pública, como activistas, periodistas y líderes políticas.
Afortunadamente, hay medidas concretas que las personas, las empresas de tecnología más influyentes y quienes se ocupan de formular políticas podemos tomar para detener el avance de la machoesfera.
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